A green parade
Caminando entre la muchedumbre. Contemplando la extraña fantasía de esta parada internacional. Cantos y bailes foráneos elaborando la sonrisa que en la cotidianidad no existe. No es una parada de toros… no es un negro desfile, es un espectáculo extraño. Pies descalzos sobre el asfalto tantas veces insultado.
Entre medio de esta parodia… aparece esta muchacha y su dicha en cítricos telares. De pronto se ha convertido en el sueño del reportero. La diva mediática de turno.
Todo el mal llega de golpe (dicen los viejos sabios). Es un impacto directo, es el pulso de esta vida que no baja… que se mantiene palpitante y peligrosa. Es el vértigo de vivir carente de humanidad y de auxilio.
Es un hombre que contempla la luna brillando de día (muy confundido para comprender que el insomnio se manifiesta en horario de trabajo), pero él no abre los ojos frente al mar, sino que los cierra… porque el yacimiento sigue ahí.
Everything passes by
Escrito por Oscar Flores @ 6:03 p.m.
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