martes, diciembre 27, 2005

Balance 2005

Escuché algo interesante el otrodía. Mientras desayunaba oí en la radio Carillón (donde alguna vez mi papá junto a Omar Davison hicieron el programa Classisismo) un consejo de una psicologa para hacer un balance del año, el cual debe contemplar los siguientes puntos:
  • 7 logros
  • 5 errores
  • Personas que más me ayudaron
  • Cosas que quedaron sin resolver
  • Evaluación financiera
Lo pensé bien y dije "supongo que lo dice para que la gente lo haga en privado". Sin embargo la fiebre blog me incita a abrir mis límites personales (un comentario de una bloggera aludía que ella era un sistema cerrado.. error, el humano es el único sistema abierto existente).

Siete logros

Lo haré de forma cronológica. Creo que mi primer logro del 2005 fue desempeñar una buena labor en el Canal Ve de Calama. Por 2 meses pude salir a reportear, hacer 5 notas diarias, caminar por todo el centro de Calama, correr mucho, escribir a la velocidad de la luz, grabar locuciones, preparar libretos y comer chatarra del Fritz todos los días. Luego fue producir un programa, preparar libretos, recabar información, ser localista y crítico con las temáticas y un sinfín de tareas. Algunos de los hitos de tal situación fue: haber hecho mucho loc en cámara, reemplazar al comentarista de deportes, dar ideas en programación y ser responsable, lo cual se vio reflejado en la nota.

Mi segundo logro fue (creo) haber sido entusiasta en mi rol de presidente del Ceal, creo que se vio reflejado en marzo y abril cuando incentivé a los mechon@s a representar bien a la carrera en la semana mechona. Hice todo lo posible para conseguir trajes, implementos, el famoso camión del carro alegórico y mi constante comunicación con el curso. Creo que me las jugué harto, un tanto porque con los años me volví un ferreo defensor de mi carrera, algo como un nacionalperiodista. El resultado fue haber obtenido el tercer lugar de la mechona (con Construcción, Derecho, Ingeco y Contadores no se puede competir en igualdad de condiciones).

Mi tercer logro (y quizás el más importante) fue haber sido parte importante de la Toma de la UCN. Debo admitir que soy un soñador y aún creo que el rol del Estado debería ser mayor en materia educacional. La famosa ley de financiamiento da a las Universidades privadas el poder de absorber a la clase media del país a través de "créditos", el cual no tiene nada de solidario ni de garantista, simplemente es como adquirir un crédito de consumo con altos intereses por algo que, finalmente, no se asegura concretarse (no creo que todo el que estudie en universidades privadas saque su título, o sí?). Luchamos porque esto no ocurriera, para que no se le diera fuerza a un modelo educacional de mercado (ya lo teníamos desde los 90... fue extraño decir lo anterior).
Estuve ahí con mis compañeros, dormimos en el suelo, comimos mal, hicimos mucho trabajo (cuidando la U, explicando nuestro movimiento, controlando a la gente, pffff) y, por sobre todo, luchamos por aquello que creemos, sobre todo quienes se van a desempeñar en cargos que implican "preocupación por la sociedad". Fue dificil... muy dificil, pero a la vez fue gratificante haberle dado a mi vida un giro enorme y haber tenido la posibilidad de conocer a mis compañeros en el aspecto más humano de todos, en el de la convivencia cotideana, sin libros ni clase, sino con ollas, trabajo en equipo, aseo, etc.
Algunas cosas que agradecer a mis amig@s bloguer@s: Carlita dejándome mercadería para los que estabamos en la U; Graciela uniéndose a la toma; Johann jugoseando, pero aperrando; Sabrina asistiendo a las reuniones, limpiando el CEAL, apoyándo en todo sentido; Mendez con su guitarra y su preocupación; Felipe con su participación en las reuniones y Magaly, sin ella simplemente no hubiera podido soportar la presión.

Siempre es un logro amar y ser amado. Durante este año explosé, experimenté esa felicidad tan particular... esa que no se compra, que no se transa. Yo y ella, recorriendo la playa, abrazándonos, compartiendo, sincerándonos, conociéndonos. Creo que viví días de ensueño que llegaron justo a tiempo. Aprendí... aprendí mucho, pero también fallé y no pude conmigo mismo. Ella también falló y finalmente todo quedó en buenos recuerdos.

Quinto: retomar la vieja escuela afectiva. En primer y segundo año la lejanía de nuestras familias, la dificultad de aprender a vivir de forma independiente y luchar por la carrera nos obligaba a refugiarnos en otras personas, fue así como se formó un grupo de amigos muy particular. Con los años el mundo se amplío, llegaron nuevos espacios, personas y momentos que deshicieron la magia. Durante el 2005 hice un último intento de llegar de la misma forma a mis amigos y creo que en parte resultó, gracias al paseo a Mejillones, a las cartas, a las conversaciones y también a los blogs.

Lo sexto es el "Pateando el Semestre", una actividad que todos los años realizan los alumnos de "Relaciones Públicas 2" de la Escuela de Periodismo de la gloriosa Universidad Católica del Norte. Es una actividad titánica que requiere de una producción de alto nivel y, como es usual, su famoso servidor "piérdete una" conformó la comisión central encargada de articular a las demás coordinadoras. En resumen, por primera vez salimos del patio de la escuela para encontrarnos con las explanada de las r, así nos abrimos a toda la comunidad universitaria. AL final todo salió bien (quizás no perfecto, pero bien). Muchas personas nos felicitaron y, a pesar que hubo malos entendidos, cumplimos con hacer una buena despedida para la generación 2001.

Último logro: egresar. Es importantísimo sentirse realizado y creo que le hace bastante bien a mi autoestima pensar que en mi etapa universitaria fui un universitario y no un estudiante, eso me lo explicó mi maestro de liderazgo Esteban Cepeda, ex presidente de Construcción Civil y líder de Pastoral. Pude desenvolverme en aspectos como: lo académico, cultural, social, estudiantil, afectivo, profesional, etc. etc. etc. Lo di todo y en diciembre, cuando todo acabó salí con tremenda sonrisa y mirando alto, porque conseguí superarme a mi mismo. Estoy orgullosos de lo que hice (alguna vez que lo esté).

Esos fueron mis siete logros del 2005.

domingo, diciembre 25, 2005

Navidad

Jo Jo Jo, otra navidad en Calama, un día de paz, compras, llamadas y demases.
Paz, porque puedo darme la libertad de despertar tarde (creo que me durará poquito eso sí), compras para mi familia y amigos. No podían faltar las llamadas a mis amigos: Carola, Loreto, Daniel, Victor, Karen, Carla, Violeta, Magaly y Jennifer.
El 24 me dediqué a comprarles regalos a 3 personas: mi abuelo, la Violeta y Felipe Castro, para tales efectos recorrí las 2 ferias navideñas de la ciudad. Me pregunte a mi mismo... ¿qué cosas le gustan a los abuelos?, vi las opciones y, sinceramente, no me gustaron, supongo que debe de estar chato de los famosos paquetes de colonias, pañuelos, afeitadoras y cuanta lesera exista para estar dentro de casa. ¿Qué le compro entonces? De pronto lo vi y dije ¡eso es!... UN SOMBRERO. ¿Sombrero? preguntará ustedes, sí, uno de esos negros estilo tanguero. Creo que sería un buen detalle para sus salidas al centro, de hecho, le encantó cuando abrió el regalo.
Para Felipín, opté por lo útil. Como buen computín supuse que le sería efectivo un porta Cds (bueno, eso espero). Para mi amiga picante Viole opté por los gustos, ya que ella es "ñoña animé" le compré un mouse pad de Naruto y un osito de peluche vestido de titulación (será en alusión a algo... jaaja).
Tanto a Viole como a Felipe les entregué sus regalitos en sus hogares. Felipe estaba armando el árbol y me uní al equipo para lograr tal objetivo. Armamos la base, la clavamos y "voilá"... un pino de navidad. Muy buena onda la familia de Felipe, me encontré con su padres y la Vivi, que le fue bien en su carrera este año. Luego fui donde Viole para entregarle su presente, me recibió con un gran abrazo y aproveché de conversar con su madre (muy simpática) y comer dulcecitos.
Ya en casa la pasamos bien. Tomamos el tradicional chocolate nocturno, comimos muchos dulces y abrimos los regalos. Ojo, tengo un libro sumamente interesante, se trata de "Felicidad o espejismo?" de la psicóloga chilena Clemencia Sarquis. La obra es un tratado sobre la felicidad a través del prisma de la psicología moderna y las concepciones antiguas, sobre todo de filosofos (obviamente será reseñado en "El Arte de Sentir", ahora que puedo leer, ver películas y escuchar canciones bien).
Eso hasta el momento.
Feliz Navidad Jo Jo Jo!!!
PD: Ahora podré grabar DVD's lo cual es la primera piedra de mi productora audiovisual.

¿Carrera televisiva?

Durante enero y febrero de este año hice mi práctica profesional en Canal Ve Calama, una estación de televisión por cable local donde pude desempeñar labores de reportero del noticiero "Ve Noticias" y producir el programa "MicroMacro", que nunca salió al aire (Owned).
En resumen, creo que mi experiencia como periodista de un medio semi amateur de todas formas fue valiosa y rindió frutos, ya que luego de llegar del famoso camión de mudanzas vi el noticiero del día del canal, casi me fui de espalda al ver que sólo 1 periodista hacía casi todo el noticiero (Ivo Butt... será con dos t?). Llamé al productor y me explicó que desde hace un mes estaban en tal situación. Personalmente, lo encuentro inconcebible para Ivo, porque sé lo que significa hacer 5 notas al día... es mucho, tienes que reportear, escribir los guiones, grabar las locuciones, escribir los leads del conductor y organizarte para las ediciones semanales.
La llamada tuvo frutos, ya que conversamos al día siguiente y la empresa tiene mucho interés en contratarme, lo cual me tiene bastante entusiasmado (si no fuera por el pago... ¬¬), más aún con otra información que me animó más (implica estar frente a cámaras...).
Hasta el momento espero la llamada y una respuesta positiva. Ojalá que todo salga bien.

viernes, diciembre 23, 2005

Road Trip

¿Qué es lo que estoy dejando atrás me pregunto mientras espero al camión? Ya son las 4 de la mañana y me encuentro afuera del restaurante "Puerto Caliche" en el Parque Croata. Hace unos minutos conversaba con Paloma sobre la U, nuestras vidas... en fin.
¿Qué dejo atrás? Dejo toda mi etapa de formación profesional, que no sólo involucro lo académico, sino lo ético, valórico, social y muchas otras cosas. Ser responsable, manejar las emociones, saber controlarse no es nada fácil, a través de los 5 años pude darme cuenta que era muy necesario salir del hogar y empezar a vivir la vida real.
No hace mucho frío. Desde algunos días las noches de Antofagasta se volvieron cálidas, lo cual a veces no deja dormir (para quienes no estamos muy acostumbrados), pero de todas fromas es mucho mejor que el frío matinal de Calama.

Sí... para allá voy...

Tenía tantas cajas y tanto bulto que no podía irme en bus, por lo que decidí contratar un camión de mudanza, lo curioso fue que para irme con el camión (no tenía más plata para irme en bus) debía esperar al chofer a las 4.
4... 4:30... 5... por fin!!!! se demoró poquito (una hora), pero me daba lo mismo, sólo quería irme. El chofer era un individuo moreno, mal hablado y bien silencioso, de hecho, nuestra conversación se daba a gotas.

  • ¿Y usted de adonde es?
  • De Villarrica, Novena Región.
  • Oiga, sabe que yo fui para allá el 2002 cuando fui a hacer trabajos voluntarios por la Universidad a Curarrehue.
  • Sí, mi tierra es preciosa.

Ciertamente lo era, aún tengo en mi cabeza el viaje que hacíamos con el camión municipal de Curarrehue para llegar al pueblito de Panqui, donde haríamos juegos infantiles para los niños de la escuela de tal comunidad. Era como volar entre árboles gigantes y sentir ese aroma bosque, tan lejano para un pampino como yo.
El chofer se casó, pero se separó, no tuvo hijos. Sin embargo ha recorrido todo Chile en sus 35 años de servicio a la empresa de transportes Byron (chiaaaaa). Conoce casi todas las comunas del país... increíble.

Mi desierto es hermoso en la madrugada. Me dediqué a observar los colores, desde un absoluto negro, hasta un celeste, luego amarillo y finalmente un celeste muy claro. Un degradé de cielo que me dejo boquiabierto. Claro que cabeceaba... cabeceaba... cabeceaba, veía al lado y el chofer también cabeceaba (ahí me entró el pánico), pero comprendí que sus 35 años de experiencia le otorgaron el don de conducir y dormir en un intervalo de 2 segundos (zzZZZz... volante... ZZzzZ... volante).

Llegamos por fin a Calama, le índoco la dirección de mi casa y entramos al famoso pasaje Baquedano de la población Santa Rosa. Mi madre estaba en la puerta esperando. Descargamos las cajas y nos despedimos del chofer. Entramos todo rápido, para protegernos del famoso frío calameño.

Estamos dentro de la casa. Todos los muebles han cambiado. Siento el aroma de los muros. Fue en ese momento cuando todo cobró sentido.

"He comenzado una nueva etapa".