jueves, septiembre 21, 2006

Apague velas...

24 años.

24 años que se asemejan a 24 horas de un día... que aún no concluye.

De cuando en cuando y a lo lejos... hay que darse un baño de tumba.


Tengo un listado de cosas inconclusas.

Mi vida es una cosa inconclusa.

Esa angustía de mierda que llega así, de repente.

¿Quiénes me han dicho que soy muy joven como para haber llegado a un primer año "exitoso"?: Mmmmmm... Ali, Juan Rueda, Marcelo, el señor Escobar... todos ellos se equivocan.

A veces no quiero estar aquí. A veces no quiero volver a ver ciertos rostros de poder. No quiero lucrar con el dolor ajeno. No quiero cuchichear tragedias. No quiero oler el crímen.

(Eso no sale en los libros).

El año pasado estaba de vacaciones... y medio depre.

Ahora no tanto.

Quiero despejarme un poco (alguien me dijo que Machu Pichu estaba en reparaciones).

La muerte voló sobre algunas casas. Se llevó a la madre de mi tío, casi se lleva a la Chela y casi casi a otros.

¿Por qué de repente visita la muerte cómo cobrando el alquiler de la vida? ¿Por años de respiración ininterrumpida?

Quizás Maiakovski tenga razón, las estrellas están ahí porque alguien las necesita.

Quizás Emily tenga razón, todo es una ilusión:

"y luchan más débilmente -sólo para probar
tan deshauciadamente como yo-
cuántas ficticias costas-
antes del puerto hay-"

24 horas de un día que aún no termina. (Sobrexige)

PD: y de pronto se me viene a la mente... pasto, costa, ella conmigo, beso perdido en la distancia.