miércoles, febrero 06, 2008

A propósito de "Amor Ciego"

Siempre me sentí feo. Feo y diferente. Me sentí fuera de cánones. Era una mancha roja en un suelo azul y el territorio caía como arenas movedizas. ¿A qué se aferra el rojo si en el desierto faltan troncos? (pero a veces sobran cuerdas).

Me sentí feo y derramé mi manto de decadencia en quienes también sentían la sensación “bajo tierra”. Miraba desde un orificio un mundo que me parecía el mismo armageddon. Así me derramé en lugares oscuros y pequeños… pero sentí la inquietud.

Miraba de reojo por una rendija y sentía que podía ser feo, pero no inmóvil. Feo, pero no sumiso. Feo, pero no indiferente.

Y fui feo, pero miraba a lo hermoso de frente. Y me sentí parte no de un azul tímido, sino de una acuarela que sube y baja.

A pesar de todo, me gusta sentirme feo (y cochino, parafraseando a Santoro), porque no necesito demostrar que soy algo o alguien. Sólo necesito vivir sin pensar en muros.

Algo, sin embargo, se me escapa de las manos. Reuní a mis cartas perdidas. Los conté, los puse en filas, clasifique sonrisas por olores y sabores y pensé… que era hermoso. Y empecé a jugar…

Y me sentí vacío y auto traicionado… SELF BETRAYED